La Policía Nacional investiga la muerte de uno de los okupas que recientemente se habían introducido en un inmueble de la calle Horno de Haza, en pleno centro de la capital. El cadáver del joven apareció ayer en medio de la calle, causando gran revuelo en la zona y, según explicaron varios testigos, fueron los propios compañeros de la vivienda ‘okupada’ quienes depositaron allí el cuerpo sin vida.
El pasado día 7, los cinco propietarios del inmueble, al percatarse de que el edificio de la calle Horno de Haza número 7 había sido ocupado ilegalmente, habían presentado una querella para proceder a su desalojo, un proceso que, sospechaban, iba a prolongarse en el tiempo. Sin embargo, según explicó uno de los propietarios del edificio, la situación se tornó ayer macabra tras el hallazgo del cadáver, a primera hora de la tarde.
Al parecer, el cuerpo del joven fallecido fue sacado del edificio ocupado por algunos de sus compañeros que, acto seguido, desaparecieron del lugar. El cadáver en plena calle provocó la alarma entre los viandantes, que dieron aviso a la Policía. Una vez personados allí los agentes, pudieron comprobar que, efectivamente, había un cadáver en la calle y que aún permanecía otro joven de nacionalidad brasileña en el interior del inmueble que se negaba a abandonarlo.
Los agentes solicitaron entonces una orden de entrada y registro del edificio ocupado, que fue concedida instantes después por el juzgado de guardia de la capital. Mientras tanto, se procedió al levantamiento del cuerpo sin vida del joven, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Granada, donde estaba a la espera de que se le practique la autopsia que aclare las causas de la muerte.
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