sábado, 9 de agosto de 2008

Desmantelado un clan familiar dedicado al tráfico de heroína y cocaína

Mérida, 8 ago (EFE).- Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de Madrid, han desmantelado, en el marco de la operación “Jake” un clan familiar dedicado al tráfico de heroína y cocaína asentado en en la Cañada Real Galiana, pero con ramificaciones en la provincia de Cáceres.

La operación se ha saldado con la detención de 21 personas, doce españoles, cuatro bolivianos, dos peruanos, un venezolano y dos colombianos, por su presunta implicación en delitos contra la salud pública, así como la imputación de cinco más, entre ellos dos menores, ha informado hoy a EFE la Delegación del Gobierno en Extremadura.

El desarrollo de esta operación ha permitido desmantelar dos vías de distribución de cocaína y una vía más de suministro de heroína, esta última asentada en Madrid y con ramificaciones en la provincia de Cáceres.

La investigación se puso en marcha en abril pasado y ha constado de tres fases.

En la primera, se logró la detención de diez personas, cuatro de nacionalidad española, cuatro de nacionalidad boliviana y dos naturales de Perú.

En el registro domiciliario practicado en el domicilio del principal encausado se localizaron dos pistolas, una de la marca Walter y otra de la marca Astra, ambas del calibre 9 milímetros Parabellum y 7,65, con munición de balas antirrobote, y 9.260 euros en billetes de curso legal.

En la segunda fase, los agentes asestaron un nuevo golpe a la segunda red de abastecimiento de cocaína, en la que resultaron detenidos tres varones, un español, un venezolano y un colombiano.

Estas detenciones permitieron a los agentes iniciar la tercera fase de investigación, que se desarrolló entre Madrid y Plasencia a mediados del julio y que culminó con la detención de ocho personas, cuatro hombres y cuatro mujeres, todos españoles, y la intervención de 2.200 gramos de heroína.

Las detenciones se efectuaron tras realizarse una transacción de heroína, cuando F.F.M., español de 47 años, viajó con la droga desde Madrid hasta Plasencia, donde en un descampado el clan de la localidad cacereña acudió a recoger la droga y efectuar el pago de la heroína.

En esos momentos, los agentes logró detener a la persona que trasladó la droga desde Madrid, así como a dos mujeres, madre e hija, que fueron las encargadas de ocultar la sustancia estupefaciente entre sus ropas y a otro varón español de 19 años que ejercía las veces de conductor y guardián de las anteriores.

Esta fase culminó con la detención, a finales de julio, del cabecilla de esta clan familiar en la provincia de Cáceres F.F.J.M., español de 37 años y esposo, padre y suegro de los detenidos unas semanas antes,.

F.F.J.M. era el encargado de establecer los contactos con Madrid para pedir la droga, que luego era distribuida por “su gente” en su zona de actuación.

Con los datos obtenidos de esta investigación, los esfuerzos de los investigadores se centraron en descabezar al clan familiar afincado en la Cañada Real Galiana de Madrid, donde J.F.M, hermano del principal encausado, había tomado las riendas del negocio.

Así, en los últimos días, se ha logrado detener a las personas que ejercían el control sobre una nave ubicada en la Cañada Real y desde la que presuntamente se estaban realizando las ventas de sustancias estupefacientes a personas drogodependientes.

En esta fase han resultado detenidas tres personas, entre las que se encuentra el “nuevo jefe”, dos mujeres de 18 años, ambas españolas, siendo imputados igualmente dos menores de edad y tres mujeres más, por su presunta implicación en delitos relacionados contra la salud pública.

La operación Jake ha permitido la intervención de 4,2 kilogramos de cocaína de gran pureza, 2,2 kilos de heroína, cuatro vehículos de alta gama, una pistola marca Walter calibre 9 milímetros Parabelum y una pistola marca Astra del calibre 7,65.

Además, se ha requisada una caja de munición del calibre 9 milímetros Parabelum, 58.000 euros en efectivo, 50 teléfonos móviles y demás utensilios y productos utilizados para adulterar las sustancias estupefacientes.

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