viernes, 1 de agosto de 2008

Dos mandos de la subcontrata que robó 600 toneladas de ferralla dejan la obra de El Musel

El supuesto robo de unas 600 toneladas de hierro de la obra de ampliación del puerto de El Musel sigue costándole el puesto de trabajo a mandos intermedios, responsables de los trabajos de construcción de los cajones de hormigón para el dique Norte y para el muelle Norte. Además de haber despedido a dos de sus jefes de turno por su supuesta participación en los hechos, la unión temporal de empresas (UTE) Dique Torres ha forzado a la subcontrata que realiza los trabajos con la ferralla a sacar de la obra de ampliación a dos de sus encargados de turno.

«Los echan por hacer la vista gorda», indicaron ayer fuentes portuarias. En Costanor, empresa para la que trabajan, negaron ayer cualquier implicación de su personal o de la compañía en la supuesta sustracción del material. «Están de vacaciones», señalaron en la sede central de la empresa respecto a ambos encargados, negando que hayan sido sancionados por la compañía. La dirección de Costanor remitió para más información a la UTE Dique Torres, donde a su vez remitieron a la Autoridad Portuaria de Gijón, que declinó facilitar información al respecto.

Uno de los dos encargados de Costanor ya lleva días en su casa. Otro está pendiente de que la empresa encuentre una persona que le sustituya, algo que podría producirse hoy mismo, según las fuentes consultadas. «Lo único que hice fue recibir y obedecer órdenes. Yo no sé nada de lo que pasaba hasta que me llamaron de la UTE y me preguntaron», señaló ayer a este periódico el encargado de Costanor que ya abandonó la obra portuaria, M. B., de nacionalidad argelina, quien confirmó su sanción y la de su compañero. Este trabajador explicó que las órdenes se las daba uno de los dos jefes de turno de la UTE que han sido despedidos y que las operaciones de carga de la ferralla «se hacían en el cambio de turno, entre las siete menos cuarto y las siete y media» de la mañana. Estando él en su puesto de trabajo, esta operación se hizo en marzo, mayo y julio de este año. M. B. afirma que el hierro que se llevaban era «elaborado, de dos o tres metros», que se introducía en camiones con volquete.

M. B. explicó ayer que su marcha y la próxima de su compañero fue decidida por «el jefe de obra de la UTE, que se cabreó porque no hubiéramos dicho nada» sobre la carga de la ferralla en camiones, algo que él justifica porque «no sabía» que se trataba de un supuesto robo.

Dique Torres paga a Costanor en función del hierro montado. Para hacer ese cálculo se resta a las toneladas de ferralla adquiridas por la UTE, el hierro sobrante, los despuntes que se depositan en un contenedor y que «pasan por la báscula» para pesarlo y que la UTE lo venda como chatarra. Una operación que no se hizo con el hierro supuestamente sustraído por los dos jefes de turno de la UTE que han sido despedidos. «No se hace ninguna cosa rara, ni tiramos al mar (hierro) ni nada, pueden meter un buzo», señalaba un responsable de Costanor defendiendo la labor de la empresa. «Estamos totalmente limpios», agregó.

La sustracción de las 600 toneladas de la obra de ampliación se produjo entre enero y julio de este año. El material acabó troceado en dos chatarrerías de Riaño y Gijón: Recamet y Daniel González Riestra, respectivamente.

Recamet adquirió unas 280 toneladas a la chatarrería Rey y Gabarri, de El Berrón, que fue la que la adquirió en El Musel. Uno de los dos trabajadores despedidos de El Musel, supuestamente salía del puerto hasta la rotonda de El Arbeyal para cobrar cada envío, exigiendo el pago al contado y sin factura, según relató el pasado miércoles el propietario de Rey y Gabarri a este periódico. Recamet por su parte adquirió el material sin saber cuál era su procedencia, dentro de las partidas que habitualmente le vende Rey y Gabarri. Esas compras, que tuvieron lugar entre marzo y julio, sí fueron registradas.

El gerente de Daniel González Riestra, que el pasado miércoles declinó hacer declaraciones, explicó ayer a través de una carta que adquirió la chatarra en distintas fechas entre el 18 de enero y el 4 de junio de este año. Negó que la chatarrería hubiera ido a recogerla con su flota de camiones a El Musel, sino que la mercancía fue entregada por el vendedor en las instalaciones de la empresa en su horario comercial. En su carta, el gerente de la empresa asegura que compró «chatarra a una persona física» y que «ninguna irregularidad en las compras realizadas puede atribuirse a esta empresa, siendo totalmente ajena a la presunta adquisición fraudulenta del vendedor». El responsable de Daniel González Riestra declinó ayer hacer más aclaraciones sobre su escrito, al ser preguntado sobre quién fue el vendedor.

La Autoridad Portuaria reiteró ayer, a través de una portavoz, que los dos mandos de la UTE supuestamente responsables del robo fueron «despedidos» y no pidieron la baja voluntaria. Se trata de J. M. G., abogado y ex alcalde de Colunga con el PP -que no pudo ser localizado ayer en su despacho profesional en Ribadesella- y J. M. M. El robo se hizo burlando los controles de seguridad que tiene la Autoridad Portuaria y los de la UTE. La Policía sigue investigando, señaló ayer una portavoz de Comisaría.

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