BURGOS, 24 (EUROPA PRESS) - Efectivos de la Guardia Civil detuvieron a cinco individuos, en el marco de la operación ‘Borabora’, que a través de un taller mecánico de Burgos se dedicaban al hurto de vehículos a los que luego falsificaban los números de bastidor para facilitar su posterior venta.
Fruto de la operación, efectuada el pasado martes, se logró detener K.I.B, de 31 años; A.M.T, de 38; Y.B, de 27; U.I.B, de 46 años, y B.S.S, de 39, a los que se imputa un presunto delito de falsificación de VIN (Números de bastidor) en vehículos turismos de alta gama, hurto y uso de vehículos a motor y estafa, según informaron a Europa Press fuentes de la Benemérita.
Las investigaciones se iniciaron a mediados del mes de febrero, tras la denuncia de ciudadano quien advirtió de las actividades ilícitas que supuestamente se realizaban en un taller mecánico de Burgos capital, en el que trabajaban los detenidos.
Esta denuncia dio origen a la denominada Operación ‘Borabora’ con objeto de desarticular un supuesto grupo de delincuencia organizada dedicada a la adquisición de vehículos sustraídos, la falsificación de su VIN y su posterior venta. Las investigaciones fueron efectuadas por la Unidad Orgánica Policía Judicial (Sección de Investigación-Área de Patrimonio) y el Subsector de Tráfico (Grupo de Informes y Apoyo a Tráfico), pertenecientes a la Comandancia de Burgos.
Las pesquisas practicadas pudieron determinar el siguiente ‘modus operandi’ en la comisión de los delitos imputados: primero, los implicados compraban un vehículo siniestrado (con gran golpe de chapa y mecánico o inundado o incendiado) al que no se había dado de baja definitiva en la Dirección General de Tráfico.
Posteriormente, accedían a un vehículo sustraído de la misma marca y modelo, así como mismo color y con el equipamiento lo más similar posible del siniestrado, al que sustituían la pieza donde figura el número de bastidor, así como cualquier otro elemento de identificación, las placas de matrículas, y ampararían con la documentación del vehículo siniestrado, pasándole la correspondiente ITV.
Por último, procedían a la venta de los vehículos robados, provistos ya de documentación perteneciente a los siniestrados, bien por Internet o por contacto directo.
Con el resto del vehículo siniestrado, los detenidos vendían sus piezas por Internet o algunas de ellas la utilizaban para reparar otros coches.
En el transcurso de las investigaciones se registraron un domicilio particular, un taller mecánico y una nave industrial y se ocuparon llaves de vehículos (cinco Audi, dos mercedes-Benz y un BMW), dos llaves telemando, cuatro teléfonos móviles, un ordenador portátil, llaves para la extracción de auto-radios, punzones para troquelado, bombines para arranque y ocho coches (Audi A-6, Audi AllRoad, Kía Suma, Ford Escora, Citroën Xsara, un Mercedes ML 320 quemado en su interior, un BMW 740 d y una Renault Kangoo con gran golpe frontal).
Además, los agentes lograron recuperar un semirremolque rígido de camión que había sido sustraído.
Según las investigaciones realizadas, en esta operación llegarían a estar implicados otros vehículos (Mercedes-Benz, Audi, Volkswagen) cuyos propietarios actuales residen en distintas provincias españolas y que adquirieron los mismos sin conocer la procedencia.
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