lunes, 28 de julio de 2008

La ‘caza’ de gitanos desatada en Italia elevará el número de rumanos en la CAV

Vitoria. “No tengo ninguna duda de que buena parte de esos gitanos van a venir aquí, y no en las mejores condiciones”. Aurel Toma, presidente de la Asociación Cárpatos, colectivo que trabaja por la integración de los rumanos en Euskadi, vive estos días con preocupación las previsibles consecuencias del paso que ha dado el Gobierno de Italia al elaborar un censo de gitanos con el fin de expulsar a todos los que no sean nacidos en el país.

El discurso de mano dura anunciado por el Gobierno de Silvio Berlusconi contra la inmigración ilegal ya es un hecho: redadas a lo largo del país, allanamientos de campamentos romanís y ataques a barriadas han llevado a prisión a varios cientos de inmigrantes. En la mira de estas medidas están los gitanos, provenientes sobre todo de Rumanía, cuya presencia es cada día más notable en Euskadi, en unas condiciones de vida, con frecuencia, paupérrimas.

El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, ya ha puesto en marcha el censo anunciado, tanto de menores como adultos, lo que ha generado una fuerte polémica por el “prejuicio” que se ha desatado. De hecho, las fuerzas del orden se personaron hace unas semanas en un campamento de Nápoles para tomar las huellas digitales de sus habitantes.

La hipótesis de que buena parte de este colectivo se vea obligado a tomar nuevo rumbo también es avalada por el Gobierno Vasco, aunque, según las fuentes consultadas, el destino más probable para estas personas será el “norte de Europa”. “A pesar de los buenos servicios sociales de aquí, tenemos informaciones que indican un posible éxodo hacia esos países”, recalcan.

Esta versión contrasta con la que maneja el presidente de la asociación rumana. Por los contactos que ha mantenido, se muestra convencido de que Euskadi recibirá “más compatriotas” y, sobre todo, le preocupa la situación que pueda originarse a partir de ahora, “ya que no beneficiará en nada al colectivo”.

a la caza del inmueble No hay más que echar un vistazo a los constantes asentamientos que vienen protagonizando estas personas en los últimos tiempos, fundamentalmente en Gipuzkoa y en asentamientos puntuales en Álava, siempre a la caza del inmueble abandonado para convertirlo en su morada ocasional o de una superficie en la que aposentar sus caravanas.

Al describir esta situación, las palabras del presidente de la asociación adquieren cierto tono crítico. No quiere que se le malinterprete. De hecho, todas estas personas de vida errante son sus “paisanos”, pero se muestra “cansado” de la estampa que ofrecen, sumidos en una mendicidad más propia de la posguerra que del siglo XXI. “Es cierto que no disponen de medios, pero tampoco se dejan ayudar, y muchos de ellos, además, recurren con frecuencia al robo”.

Consultar fuente

No hay comentarios:

Archivo del blog