El ciudadano rumano A. B., único detenido, se enfrenta a una pena de 15 meses de cárcel y a una indemnización de 1.200 euros. El único detenido de una presunta banda de ciudadanos rumanos que robaban en el parking del supermercado Hipercentro utilizando el conocido como `truco del gato´, se enfrenta a una pena de 15 meses de prisión y a una indemnización de 1.200 euros.
Ayer se celebró un juicio contra este hombre, que responde a las iniciales A. B., en el Juzgado de Penal número 2 de Eivissa, que la magistrada juez titular Martina Rodríguez dejó visto para sentencia.
El pasado 12 de julio un ciudadano francés acudió a comprar al Hipercentro. Cuando salía con su coche del parking marcha atrás, escuchó un fuerte ruido. El acusado era presuntamente el autor del golpe recibido en la parte trasera del vehículo. Le dijo que había atropellado a un gato. Mientras tanto, presuntamente, un cómplice del acusado se apropió del bolso del francés, que había dejado en el asiento del copiloto.
Este diario ha recibido más denuncias de robos en el aparcamiento de este supermercado, con tácticas similares, y todos protagonizados, según las personas que los han denunciado, por personas de nacionalidad rumana.
«Fue muy rápido, el `truco del gato´ es un clásico», declaró la presunta víctima, que reclama la indemnización no por el dinero, sino por las molestias ocasionadas por toda la documentación que tenía en el bolso. Tras el robo, uno de los supuestos compinches del ladrón le acompañó a anular las tarjetas llamando por teléfono desde la oficina del supermercado. «Decían que no sabían cómo podía haber desaparecido el bolso», explicó el ciudadano francés.
Este hombre tuvo la habilidad de tomar la matrícula del acusado y de sus presuntos cómplices, información que facilitó posteriormente a la Policía.
El acusado negó los hechos y explicó que él fue al Hipercentro a acompañar a unos amigos compatriotas suyos que querían comprar carne. También declaró un amigo del acusado, que comentó que ellos sólo querían ayudar a la presunta víctima y que no podía entender cómo había desaparecido el bolso.
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